El pasado sábado, día del Besamanos Extraordinario a Nuestro Padre Jesús de las Misericordias, se presentaba como un día especial, ya que celebrábamos nuestra asistencia a Madrid.
Los costaleros del Misterio pedimos permiso al Hermano Mayor para hacernos cargo durante la jornada del viernes y sábado de la azotea para montar una convivencia, la cual, fué de lo más concurrida y el éxito fué enorme.
GRACIAS A TODOS POR EL MAGNIFICO TRABAJO REALIZADO |
Todo iba normal, hasta que a eso de las 12,00 horas del sábado, el equipo de Capataces del Misterio pidió a todos los asistentes que estuvieran atentos porque algo tenían que decir. Tomó la palabra nuestro Hermano Domingo Gil y, mientras me fumaba un cigarro, se dirigió a mi para hacerme entrega de un recuerdo de parte de todos los costaleros y capataces de la Hermandad, por mis años de costalero bajo el Rey de la Plata. Todo ello aderezado por unas bellas palabras de buen amigo y hermano Juanma Gago.
Me quedé "Helado", sin saber que decir, intentando digerir un reconocimiento que ni esperaba ni merezco, pero que recogí con gran humildad y felicidad de ver que el trabajo realizado durante estos años ha dejado huella.
El recuerdo es espectacular: Un cuadro con una molía y justo debajo, unas hebillas con los escudos de la Hermandad (el paso del costalero al cortejo de nazareno....¡¡¡muy alegórico!!!) y una placa dedicatoria.
Como dije en ese momento, muchas gracias a Domingo, al "Guardia", Antonio Pedro, Javi Alcón y Antonio por guiar nuestros pasos costaleros por las calles de Jerez durante estos últimos cuatro años y en Madrid en la JMJ. Entre otras muchísimas cosas, ellos me han enseñado a querer más a mi Cristo y a mi Hermandad y me han enseñado respeto por el trabajo bajo el paso y respeto por todos y cada uno de los integrantes de la cuadrilla.
Muchas gracias al "Chapa", por darme mi primera oportunidad allá por 1995 en la tercera trabajadera junto a Marco Alcón. Muchas gracias a todos y cada unos de los costaleros con los que he compartido trabajo, sudor, lágrimas, pero también felicidad y muchos buenos momentos.
Será lo que Dios quiera, pero para mí ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi vida poder llevar sobre mis hombros a Nuestro Padre Jesús de las Misericordias y, ojalá, nunca me separe de ese paso caoba que me tiene conquistado el corazón.
No me puedo olvidar de "mis ratones", que también estuvieron por allí. Siempre han sido un espejo en el que mirarse, por su buen trabajo, su bondad y su maestría a la hora de llevar a la Reina de la Plata.
Ahora sí, ... ya llegó el momento de separarme de las trabajaderas que tanto me han hecho sufrir y disfrutar. Ya llegó el momento verdadero del adios a tantos años de nervios ante una salida de Lunes Santo. Ya llegó el momento de desprenderme de una parte de mi cuerpo. Ya llegó el momento de la despedida.
Durante estos años, como dicen por ahí, en mi mundo de "Disney-Molía" se ha vivido "de lujo", intentando acercarme a todos y acercar a todos, sin problemas, sin rencores, .....
Creo que a más de uno le hace falta terapia "Disney" para ser un poco más humano y ver las cosas de otro color, porque la vida hay que mirarla o intentar verla siempre por el lado positivo y hay que intentar ser buena persona y no pensar todo el tiempo en fastidiar al que está a tu lado. Las cosas malas vienen solas.
Os invito a todos a venir a mi mundo,...... ES GRATIS, ........ ¡¡¡¡¡Y SE VIVE MUCHO MEJOR!!!!.
GRACIAS A TODOS POR VUESTRAS MUESTRAS DE CARIÑO.