Ha pasado un año. Un año y a esta hora más o menos llegábamos a Jerez tres autobuses llenos de ilusión por las jornadas vividas con todos nuestros familiares esperándonos.
Fue un sueño hecho realidad el que pudimos vivir en Madrid. Un sueño ver a su Santidad El Papa justo al lado de mi devoción más grande. Un sueño que aún hoy sigue muy vivo dentro de mí.
A mi me toco ser costalero de Misericordia junto con un grupo humano que no cambiaría por nada en el mundo. Un grupo que demostró que en los grandes momentos siempre está ahí, con fuerza y valentía, con humildad y trabajo, con sufrimiento y devoción.
Esas jornadas han quedado en la mente de los que tuvimos la suerte de estar alli, pero también ha quedado grabada a fuego en los corazones de los millones de personas que demostraron que la fé mueve montañas y que hay que gritar firmemente que somos cristianos.
Mi Hermandad, la Hermandad de todos, estuvo bien representada pero faltaron muchos que por diferentes motivos no pudieron estar en persona, pero que viajaron con todos nosotros en nuestro Corazón.
Se ha cumplido un año desde que Nuestro Padre Jesús de las Misericordias se plantó en el corazón de España para derrochar amor, serenidad y luz.
Muchas felicidades a todos mis Hermanos Candelarios por este primer aniversario donde una Hermandad Humilde, de barrio,... demostró que con sencillez y buen hacer todo es posible y muy especialmente a todos mis hermanos costaleros que después de aquellas jornadas maratonianas, de calor, con agua caliente y pan duro demostraron que llevar un paso no es sólo técnica, sino también mucho corazón y mucho amor a nuestro querido titular.
MUCHAS FELICIDADES A TODOS
