Por fin se acabo el sufrimiento. Por fin Nuestro Señor ha querido llevarse a mi amigo el Guardia a su lado.
Seguro que ya estarás montando en el cielo una nueva cuadrilla de todos aquellos Hermanos de la Candelaria que un día fueron Costaleros de Misericordias. Seguro que ya estarás gastando tus bromas y enseñando lo que más te gustaba, estar ahí debajo. Seguro que El Papi te dejará su Bendito Pañuelo para que guíes el bendito cajón entre nubes de Luz de Candelaria. Seguro que tu Madre Candelaria te habrá acogido en su regazo.
Siempre estarás en nuestros corazones y siempre estarás en el mío. Buen viaje amigo mio y hasta la vista, que seguro que dentro de algún tiempo nos veremos y nos volveremos a abrazar.
Nunca te olvidaré.